Un erudito viajaba por primera vez en un trasatlántico uy estaba fascinado pues el crucero hacia un recorrido que permitía apreciar la belleza natural que representaron e l cielo y el mar. Gustaba de caminar por la cubierta respirando el aire marítimo y siempre que encontraba a algún marinero acostumbraba preguntarle sobre sus conocimientos. En cierta ocasión, un marinero limpiaba la cubierta con singular ahínco, cuando la erudita le pregunto: -Dígame amigo mío, ¿usted estudio filosofía? El marinero lo oyó e intrigado le respondió: -No señor, solo se navegar. El erudito insistió con otra pregunta: -Entonces ¿usted estudio geometría, zoología o psicología? –El marinero turbado solo contesto: -No señor, nada de eso, soy marinero. Cierto noche, una tempestad violenta envolvió al novio, olas enormes lo levantaban e incluso entraba el agua a la cubierta dejando a los de la embarcación con sabor al agua de mar. Aterrorizado el erudito y con el pánico reflejado en su rostro, agarrado fuertemente de uno de los palos del barco vio pasar al marinero quien aproximándosele fue el quien ahora le pregunto: -Dígame señor, ¿Acaso usted ha estudiado natación? El erudito no podía hablar por el susto, sólo consiguió responder moviendo la cabeza negativamente. -¡Qué pena! -dijo el marinero-. Señor ha desperdiciado toda su vida pues el navío va a naufragar.
REFLEXION:
Tu debes a menudo preguntar a otros, pero no para comprobar que no saben, sino para aprender lo que ellos ya conocen. Ningún hombre llega a ser sabio por casualidad; se llega a la sabiduría cuando nos despojamos de la arrogancia y el exhibicionismo que impiden el reconocimiento de la importancia de las habilidades de los otros, pues aquellos, siempre serán negativos no solo para el desarrollo personal, sino para el éxito de una sociedad.
¿Acostumbras a preguntar para saber mas?
La mayoría de veces si, porque llego a tener dudas; donde al contestarme tengo un poco mas de conocimiento.
REFLEXION:
Tu debes a menudo preguntar a otros, pero no para comprobar que no saben, sino para aprender lo que ellos ya conocen. Ningún hombre llega a ser sabio por casualidad; se llega a la sabiduría cuando nos despojamos de la arrogancia y el exhibicionismo que impiden el reconocimiento de la importancia de las habilidades de los otros, pues aquellos, siempre serán negativos no solo para el desarrollo personal, sino para el éxito de una sociedad.
¿Acostumbras a preguntar para saber mas?
La mayoría de veces si, porque llego a tener dudas; donde al contestarme tengo un poco mas de conocimiento.
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